lunes, 25 de agosto de 2014

Para el Cronista - Un invierno que termina caliente

El último mes del invierno comenzó con una ola de calor que no solo elevó la sensación térmica sino que parece haber tenido influencia en la temperatura del dólar.
Luego del anuncio por parte de la Presidenta en cuanto al envío del proyecto de ley denominado ‘pago soberano local de la deuda externa argentina’, el billete verde retomó su carrera ascendente para batir récord tras récord, tanto en su versión oficial como en el mercado ilegal.
La iniciativa representa la posibilidad de viabilizar un canal de pago cierto de las obligaciones próximas, garantizando el cobro por parte de los bonistas reestructurados que quieran y puedan participar de la propuesta, así como un claro mensaje en dirección a obturar aún mas la posibilidad de acuerdo para dar cumplimiento a la sentencia de los tribunales estadounidenses en materia de fondos buitres.
Los fundamentos del citado proyecto son explícitos en cuanto al cuestionamiento (válido desde el punto de vista de quien escribe) sobre el proceso y posterior fallo contra nuestro país en el litigio. Surge entonces una primera consideración y es que, si hasta ahora la retórica reinaba y la argumentación complementaria a la injusta decisión de Griesa era la limitación que impone el riesgo derivado de la famosa cláusula RUFO.
A partir del proyecto de ley, la línea discursiva se plasmó en voluntad política concreta. De aprobarse, involucraría nuevamente al parlamento en el caso que luego el gobierno quisiera optar cumplir la sentencia del juez neoyorquino.
Es decir, supongamos que la iniciativa se convierte en ley tal y como fue enviada al Congreso, en su capítulo tercero habilita la reapertura del canje en los términos del 2005 y 2010, la cual fuera reiteradamente rechazada por los buitres. Es mas, esta propuesta va mas allá y crea un fondo especial en el cual prevé destinar los pagos correspondientes aún si los holdouts no aceptan dicha oferta.
A partir de aquí, dar marcha atrás en enero de 2015, ya sin el riesgo de la cláusula RUFO, sería mucho más complicado que antes ya que hasta el anuncio de la Presidenta solo hubiera sido necesaria la autorización del Congreso. En cambio ahora dicha autorización implica modificar una ley que habrán votado solo un par de meses antes, con el costo político que ello implica.
Al mismo tiempo Griesa califica el proyecto de ‘ilegal’ en una nueva manifestación de exceso en sus atribuciones pero sobre todo insistiendo en no tender un puente de plata para permitir una derrota digna a la Argentina que por su parte se aleja cada vez más de la posibilidad de un acuerdo relativo al cumplimiento de la sentencia. De este modo nuestro país enfrenta hasta 2016 vencimientos que sumando Nación, provincias y empresas asciende a un monto parecido al de nuestras reservas actuales disponibles. El resto solo es cuestión de expectativas, si los potenciales compradores de dólares suponen que estos van a escasear, entonces tratarán de comprar cuanto antes, los importadores adelantarán sus operaciones y los exportadores las retrasarán, elevando aún más la presión sobre el dólar.
La interna del BCRA-Ministerio de Economía, tampoco ayuda y bajar las tasas de interés no parece del agrado del presidente del Banco Central, al menos si se observa lo que hizo hasta finales de julio.
El resultado es contundente si miramos cuánto valía un dólar a fines de 2007 en Argentina: rondaba los $ 3 mientras que en Brasil cotizaba cerca de 2 reales con 10 centavos. Este monto al día de hoy se acerca a 2,3 reales por dólar mientras que aquí, oficialmente, cotiza 8,4.
De hecho, sólo en 2014 el peso es una de las 3 monedas más devaluadas del mundo, podio que comparte con Ghana y Ucrania, y es sólo si tomamos la cotización oficial, ya que si tomamos el mercado ilegal, seríamos líderes absolutos en la materia.
Dicho esto, es claro que el camino elegido tiene consecuencias medibles y palpables diariamente, y es sólo la política la que debe buscar y encontrar la solución, que sea cual fuere, sería interesante que otorgue elementos novedosos ya que con las que estamos implementando repetidamente, frente a los mismos problemas, lo único que encontramos son resultados similares. Esperar otra cosa no tiene que ver con ser Anti K o Pro K, sino con tener un poco de sentido común, de ese que no abunda últimamente.

jueves, 14 de agosto de 2014

Para El Cronista - Dolarización y malos pronósticos en el escenario futuro

 billetera dolares


Las consecuencias de la probable escasez de divisas en la volatilidad del precio del dólar (en todas casi todas sus versiones) se hace cada vez más evidente.

La situación irregular que se vive de la mano de la imposibilidad de cumplir con nuestros compromisos de deuda, producto del estrafalario modo de aplicar la sentencia que tiene el juez Griesa, en los hechos nos deja fuera de toda posibilidad de conseguir financiamiento internacional a tasas razonables, se suma a la consolidación de precios de la soja muy por de debajo de lo esperado, cuando aun restan 25 millones de toneladas para liquidar.

El dirigente agrario Eduardo Buzzi estimó en u$s 4 mil millones la merma en el ingreso de divisas producto de esta caída en el precio de la oleaginosa. Situación que no parece que se vaya a revertir en el corto plazo dada la muy buena cosecha en Estados Unidos.

En criollo, a estos precios nadie quiere vender y más aun si empiezan a pensar que el dólar puede subir.

Dicho esto solo es cuestión de esperar que las matemáticas hagan el resto, es decir, no parece razonable suponer que el tipo de cambio ilegal podría sostenerse en los precios previos al 30 de julio, si la expectativa es que haya más pesos y menos dólares de aquí a fin de año.

Un camino podría ser sostener la tasa de interés como refugio alternativo de los pesos, pero el gobierno decidió hacer lo contrario y bajó la tasa para impulsar el consumo así como la inversión.

A partir de aquí es cuestión de ver hasta dónde el poder ejecutivo intenta combatir la suba del paralelo para evitar un recalentamiento de la divisa en momentos en que las herramientas que tendría para actuar –si esto sucede con la vehemencia de comienzos de año– son sustancialmente menores que en otros momentos de la gestión kirchnerista.

Sin embargo la cuestión fundamental que resta por saberse no es el valor del dólar ilegal, ni el ritmo de aumento del precio del dólar oficial hasta fin de año, sino hasta dónde la idea de no cumplir con el fallo de Griesa responde al supuesto del riesgo derivado de la cláusula RUFO y hasta dónde es una decisión política de no pagar a los buitres un solo dólar mas allá de lo ofrecido en 2005 y 2010 al 92% de los que ingresaron en el canje, aún mas allá de diciembre.

Si este fuera el caso poco importará lo que pase con el dólar de aquí a fin de año, ya que las consecuencias de no pagar en 2015 serían mucho más parecidas a las de un default tradicional, que no es lo que se vive hoy en la Argentina.

Es la política la que está al mando de la economía (como debe ser) pero eso no tiene que implicar necesariamente que haya que sostener que la retórica es más relevante que la práctica en el campo de las finanzas internacionales. Allí mandan los hechos, nos guste o no.

Todas las palabras que se podían decir han sido dichas y aún así en los mercados subsiste la esperanza que no mucho mas allá de enero de 2015 la situación terminará por regularizarse, sino no tendría sentido el camino recorrido previamente en donde terminamos por recibir la cordial palmada en la espalda del FMI por la buena letra en materia de reformulación de estadísticas respecto de la inflación y los sendos acuerdos con Repsol y el Club de Paris.

Sucede que hasta 2015 aun restan más de cuatro meses donde seguiremos caminando por el desfiladero económico. Esto no significa una crisis ni una catástrofe, pero claramente deberíamos caer en la cuenta que es muy difícil que la situación económica vaya a estar mejor luego de una mala noticia, como es la de la falta solución con los fondos buitre.