viernes, 19 de diciembre de 2014

Para el Cronista - Salir del cepo antes del fin del mandato



 Salir del cepo antes del fin del mandato
Hoy vemos que el gobierno actúa de forma consistente con una especie de hoja de ruta, o plan que se consolidó con la salida de Fábrega del Banco Central.


La decisión de colocar un sucesor propio en la Casa Rosada (Scioli) y rodearlo de cristianismo puro, así como en la provincia de Buenos Aires (Randazzo); es lo que precede un plan económico. Es decir, como existe plan político, entonces hay plan económico, que en este caso apunta a la continuidad antes que el cambio (que sería Macri).

Si Scioli será la continuidad, aun con aspectos de cambio, entonces lo razonable seria que Cristina se lleve todos los logros posibles antes de dejar la gestión. En este sentido salir del CEPO sería un elemento vital para restaurar lazos con la clase media así como recomponer aspectos centrales del crecimiento que hoy se encuentran ralentizados como las importaciones.

La salida ordenada del CEPO es inviable sin una corrección del tipo de cambio al tiempo que un acceso fluido de financiamiento que hoy la Argentina no tiene.

Para ello o bien se extremarán las búsquedas de fuentes alternativas de dólares, como el mecanismo del Swap o la llegada de inversiones extranjeras directas al estilo Chevron, o bien se intentará una salida digna y ordenada para el caso de los fondos Buitre. Otra alternativa es una combinación de ambas situaciones.

El canje planteado por el gobierno no hace mas que dotar de herramientas al Ministerio de Economía para ordenar una negociación en enero, si ese fuera el caso; o bien para descartarla parcialmente si se entendiese que el canje fue un éxito rotundo.

Paralelamente entendemos que de existir una corrección fuerte del tipo de cambio esto se daría en el primer bimestre de 2015, toda vez que permitiría acomodar las variables antes mencionadas si se desea desarmar el cepo para mitad de año.

En este caso la corrección del tipo de cambio sería con el gobierno a la ofensiva, a diferencia de enero de 2014, es decir con reservas (reales o potenciales producto de acuerdos que permitan el ingreso masivo de divisas) y con el margen que otorga hoy el control sobre YPF, ya que si se ajusta el tipo de cambio, no es necesario ajustar el precio de los combustibles dado que los mismos tienen un precio que corresponde a un valor de petróleo previo a la caída de casi 30% que sufrió en las últimas semanas.

Concretamente el barril de petróleo, con la última baja, cuestan pesos menjos que a comienzos de diciembre del año pasado pero los combustibles cuestan 60% más que en aquel entonces. Esto, además, es consistente con el hecho que tenemos la nafta más cara de toda la región. Es decir si devalúan, no tiene por qué subir el precio de la nafta.

Todo ello le daría oxígeno a los gobiernos provinciales, vía la mejora de las economías regionales, y la correspondiente recuperación de la recaudación local asociada a la actividad productiva.

En el mismo sentido permitiría que sea Cristina quien recoja el logro conjunto de resolver el tema del CEPO, restaurar cierta llegada de inversiones extranjeras, encontrar una salida digna al tema Buitres, devolver algo del crecimiento perdido (con foco en el segundo semestre), y reactivar políticas de ingreso que la difícil situación fiscal del gobierno hoy no permite llevar adelante.

Cierto es que sea cual sea el destino electoral, nada parece indicar que Cristina esté dispuesta a pagar los costos políticos de las decisiones difíciles como el necesario ordenamiento de las tarifas, algo de lo que todos hablan off the record, pero nadie se anima a poner en valor para informar a los votantes cual sería el aumento en caso de que ganen.

Esas malas noticias, el gobierno dejará que las dé quien lo suceda, ya que sea continuidad o el cambio del modelo, no será la Presidenta la que afronte el costo de aumentar aun mucho más que hoy, la luz, el gas, el agua o el transporte.

Al final de cuentas, lo que mandó siempre en este proceso político siempre ha sido justamente la política, y todo indica que así seguirá siendo hasta el último día del mandato de la Presidenta de la Nación.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Para Diario Perfil - El mundo en 2015



Siempre que finaliza un año comienza el tiempo de balances y pronósticos para el período siguiente. En general el foco de estas estimaciones suele tener la economía doméstica como centro de análisis, lo cual es sumamente lógico.

Sin embargo, bien vale tomar un poco de distancia y evaluar qué es lo que tenemos por delante tanto para la región como para el mundo en materia de economía política. Este análisis permite tener un panorama que funcione como marco para nuestras presunciones en el ámbito local.

Si quisiéramos trazar un calendario de lo mas relevante por venir podríamos decir que el año comenzará con la llegada de Lituania a la Eurozona en enero. Febrero traerá del año nuevo chino, cabra, en un período donde continuará el crecimiento del gigante asiático que se consolidará como la principal economía del mundo si la medimos según el PBI PPP. El mismo mes veremos el Carnaval de Río con todo su esplendor, en un Brasil que espera comenzar un nuevo ciclo de crecimiento de la mano del nuevo equipo económico de corte liberal, designado por Dilma luego de su ajustado triunfo en las elecciones presidenciales de 2014.

Marzo llegará con Europa asistiendo al último eclipse solar visible hasta 2026, al tiempo que se debate sobre la política monetaria adecuada para evitar caer en deflación y comenzar a expandir las economías del Viejo Continente. Abril traerá la Cumbre de las Américas en Panamá, foro en el cual se comenzará a marcar la despedida de Cristina del escenario internacional como presidenta en ejercicio.

En mayo tendrá lugar la elección general en Inglaterra, lo cual pondrá en juego el liderazgo de una de las potencias económicas y militares mas influyentes del globo. En junio veremos si en el encuentro del G8 a realizarse ese mes es invitado o no el presidente ruso Vladimir Putin, quien sostiene una abierta disputa con las potencias de Occidente. Ese mismo mes Turquía irá a las urnas en su elección general y en México se disputara una elección parlamentaria crucial que pondrá a prueba la fortaleza del gobierno de Peña Nieto.

La segunda mitad del año comenzará con Luxemburgo tomando la presidencia de la Unión Europea en julio. En agosto en Mar del Plata se dará cita la vigésima edición de los juegos mundiales de personas trasplantadas, ubicando la ciudad en una vidriera internacional siempre deseable para mostrar sus virtudes.

Septiembre traerá las elecciones parlamentarias en Venezuela, en lo que se convertirá en la primera prueba electoral a la que se someta Nicolás Maduro luego de su ajustado triunfo en las presidenciales que lo llevaron a suceder a Chávez luego de su muerte. Ese mes, además, será en el que se vean las caras los líderes del mundo en las Naciones Unidas; allí se discutirá sobre las próximas metas en áreas trascendentes como el desarrollo y la reducción de la pobreza extrema.
Octubre no sólo traerá la crucial elección presidencial en nuestro país sino también la de Canadá, definiendo de este modo el destino político de ambas naciones.

Noviembre mostrará como dato saliente el encuentro del G20 en lo que probablemente será la despedida de Cristina Fernández de los foros internacionales al frente de la presidencia, en este mandato. Tendrá lugar en Turquía, país que ejercerá la presidencia durante 2015. El año se despedirá en diciembre con las elecciones en España, que si fueran hoy tendrían a la nueva fuerza Podemos como la gran revelación y protagonista del nuevo tiempo político en aquel país.

En términos de indicadores así como datos económicos relevantes veremos cómo se profundiza la disputa en lo relativo a la energía. Arabia Saudita intentará desactivar el crecimiento del shale oil, que de otro modo podría permitir que ese año Estados Unidos la alcance en producción de barriles por día.

Veremos también cómo, por primera vez, China invertirá más en el mundo que el flujo de inversión extranjera directa que recibe, consolidando su espacio como actor determinante en el concierto internacional, al tiempo que su moneda gana terreno en las reservas internacionales de los bancos centrales en todo el globo.

El gasto en defensa de la zona de Asia Pacífico (sin China) superará por primera vez al de la Unión Europea, como una muestra más del nuevo balance de poder internacional que mueve el centro de gravedad internacional de Occidente a Oriente.

Facebook terminará de confirmar que tiene más miembros que China habitantes, en una muestra clara de la relevancia de esta empresa en el mundo.

Yendo más a nuestra región, 2015 terminará con Argentina en un nivel de reservas internacionales inferior a Chile, Colombia y Perú y aproximadamente una décima parte de las reservas de Brasil.

En cuanto al desempeño de las economías regionales probablemente veremos que nuestro país sigue liderando el ranking de inflación, sólo superado por Venezuela, al tiempo que nuestra economía mostrará un PBI per cápita PPP de US$ 21 mil, sólo superado por los US$ 24 mil de Chile y muy por encima del promedio de nuestros vecinos.

En materia de déficit fiscal, los números serán casi todos negativos respecto del PBI, tanto para nosotros como para la mayoría de los países latinoamericanos.

Es probable que el dólar continúe fortaleciendo su posición frente al resto de las monedas, como lo ha hecho este año, donde se aprecian devaluaciones de más del 10% en Chile, Uruguay y Brasil.

El liderazgo en materia de crecimiento económico se disputará entre Perú. Ecuador y Bolivia, con números en todos los casos por encima del 4%. Más del doble del mejor pronóstico para Argentina.

Finalmente, se espera que crezca el comercio internacional en torno de un 5%, lo cual volverá a presentar un desafío para nuestro país, que de la mano del cepo en 2011 comenzó una restricción de hecho sobre las importaciones. Así también la caída del precio de la energía no sólo generará un ahorro al gobierno sino que, en el mundo, va a dar lugar a una enorme transferencia de recursos desde los países productores de energía hacia aquellos que son consumidores netos de la misma.
Estos recursos que dejarán de destinarse al pago la factura energética en el mundo terminarían por incrementar la demanda global, si es que se toman las medidas adecuadas, lo cual podría representar una noticia positiva para el crecimiento económico mundial.

Con ganadores y perdedores, la disputa por el precio de la energía será uno de los ejes del debate económico global en el año que comienza.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Para El Cronista - Una estrategia posible para el último año

En  los últimos días hemos visto un conjunto de hechos que podrían pre configurar el escenario sobre el cual se desarrolle la estrategia económica del gobierno para transitar el último año del mandato de Cristina.

Los precios de los commodities muestran ejemplos como el petróleo desplomado debajo de u$s 80, la soja en torno de 375, el maíz vale poco más de la mitad que en 2012, y el mineral de hierro así como el cobre exhiben los peores precios de los últimos 4 años. Es decir, un mundo donde sube el dólar y por consiguiente baja todo lo demás, también se observa en el resto de la región movimientos de monedas que lo confirman, Chile y Uruguay presentan devaluaciones de más del 12% en cada caso y el real se encuentra en su punto más bajo de los últimos años recorriendo la zona de 2,6 unidades por billete verde.

Asimismo el gobierno de Estados Unidos transita los últimos dos años del presidente sin chance de reelección, un pato rengo con los republicanos al acecho buscando profundizar recorte de los estímulos de la FED.

Todo esto sumado a la acumulación de reclamos de los nuevos (o no tan nuevos) buitres que ahora acumulan mas de 4 mil millones, lo que agranda el monto a negociar si queremos salir del Veraz donde nos colocó Griesa con la estrafalaria forma que eligió para aplicar su fallo de diciembre de 2012.

En el plano local es cierto que la restricción de las importaciones no ayuda a la hora de impulsar la salida de la recesión, pero la presión sobre los escasos dólares podría tener como correlato un indeseado impacto en precios, sobre todo si la expectativa es que en el futuro esta presión se sostenga, es decir muchos pesos y pocos dólares.

Con esta base es que podemos intentar imaginar un ‘plan posible’ de los muchos que tiene aún el gobierno a la mano. Vale decir, que una de las principales virtudes de la gestión kirchnerista fue, justamente recuperar autonomía para la determinación de nuestra propia política económica, que años antes siempre estaba sujeta al lápiz rojo de organismos internacionales que parecen estar más preocupados por cerrar sus cuentas que por mejorar la vida de los habitantes de los países miembros.

Sabido esto, un camino podría ser, encarar una doble estrategia, política y económica. Esto es, sobre la base de la decisión tomada de apostar por un presidente más comprometido con la continuidad que con la alternancia, como sería el caso de Scioli (en lugar de Macri), siempre limitando su poder con una cámara de diputados y un vicepresidente cristinistas. Podrían intentar volver a recuperar el terreno que exploraron a comienzo de 2014.

Esto quiere decir que una alternativa bastante realista sería pensar que hacia comienzos del año entrante se puede imaginar alguna diagonal que busque resolver el conflicto con los buitres o al menos operar sobre sus consecuencias, que implican nuestra actual inaccesibilidad a financiamiento internacional a tasas razonables para la región. Con este frente despejado el poder ejecutivo optaría por volver a ajustar el tipo de cambio, esta vez en torno de 10 pesos pero con un control total de las expectativas, dada la previa resolución del frente externo, ya que no es lo mismo ajustar el valor del dólar con un Banco Central robusto y a la ofensiva que devaluar en medio de una ataque especulativo.

La diferencia sustancial radicaría en que la motivación de este plan es de orden político y no de ajuste de cuentas estrictamente macroeconómicas. Dicho esto, se volvería a colocar a la política al mando de la economía y con ese objetivo, y la consiguiente robustez que podría implicar, veríamos los últimos tres trimestres de gestión de Cristina con renovada capacidad de acción en cuanto a políticas de ingreso, menos presiones inflacionarias, y probablemente un rol de electoral aun más importante que tiene hoy con una economía más sostenida en la retórica que en la cruda realidad.

jueves, 6 de noviembre de 2014

miércoles, 22 de octubre de 2014

Para El Cronista - Presupuesto: sólo se discute cuáles son los números


Esta semana avanzará la discusión en el Senado sobre un devaluado presupuesto nacional.

La idea que subyace a la formulación del presupuesto con las fechas que estipula la ley respecto de su presentación, implica algo obvio. Es una norma que debe ser tratada con la suficiente antelación y sobre la cual el debate debe ser amplio a fin de poder modificar los aspectos que los diputados y senadores, en tanto representantes de un país en teoría federal, consideren relevantes tanto para la nación como para las provincias.

El esbozo de discusión parlamentaria ha quedado resumido a la expresión de posiciones de carácter testimonial por parte de la oposición toda vez que no se les concede margen para negociar nada. En el mismo sentido los miembros del oficialismo deben presentar la correspondiente disciplina (natural a la hora de votar) en todo el proceso, sin chance de disenso durante el tratamiento de la ley en las comisiones respectivas.

De ese modo, sólo se replica el esquema de debate económico vigente en la Argentina durante los últimos años, donde no discutimos qué hacer con los números sino que seguimos deliberando sobre cuáles son estos.

No hay interrogación sobre como atacar las enfermedades porque no nos ponemos de acuerdo en el diagnostico. Mientras para unos la inflación es de 40% anual, para otros ronda la mitad. Al tiempo que el jefe de Gabinete expresa que el salario real no sufrió pérdidas durante este año, opositores, empresarios y gremios tanto afines al gobierno como los mas combativos, ponen sobre la mesa la necesidad de discutir aumentos o sumas fijas antes que finalice el 2014.

La idea de prever cursos de acción sobre el tiempo por venir son una utopía lejana que se desdibuja en discursos grandilocuentes que depositan su atención en la retórica antes que en la práctica.

El año entrante tendrá en la fortaleza del dólar, su correlato a la tendencia actual donde los precios de commodities y monedas caen como contrapartida de la suba internacional del billete verde.

Veremos como retacea en toda la región la llegada de inversión extranjera, y esto enfrentará a nuestras economías ante el desafío de la productividad. Si el crecimiento previo fue sobre la base de una modificación de los pilares que harían sustentable el desarrollo, entonces el tiempo de relativa escasez se podrá sobrellevar con herramientas sólidas como la capacidad de agregar valor innovando, compitiendo de igual a igual en mercados internacionales, donde lo que reina son los rendimientos antes que los discursos.

La experiencia del ArSat 1 permite demostrar que con recursos locales (y los cada vez mas deteriorados salarios argentinos) podemos competir en el mercado de la tecnología de punta, ofreciendo resultados de calidad a nivel global.

El año entrante, marcará tasas de interés que no serán mas bajas que las actuales sino al revés, forzando la búsqueda de mejoras en los rendimientos productivos de las compañías que verán deteriorada su hoja de balance cuando el dinero sea mas costoso.

Con dólares mas caros y escasos, con desafíos concretos en cuanto a regenerar las condiciones de crecimiento sostenido, la caída del precio de la soja y el resto de las oleaginosas, así como el aumento (injustificado) de los combustibles a nivel local presentan un frente de conflicto que debería ser abordado estratégicamente desde las esferas oficiales.

Mientras el petróleo bajó 20% en moneda dura, los últimos doce meses, devaluación mediante, el costo del crudo se encareció 15% en moneda local, al tiempo que en el surtidor el incremento supera el 60%, el gobierno sigue sin decir nada al respecto.

El presupuesto calla sobre todo esto, no plantea un plan de acción y mas bien se encamina a ser aprobado para convertirse en una autorización para gastar pesos que cada vez valen menos antes que en una herramienta de gestión para mejorar la vida todos.

sábado, 11 de octubre de 2014

viernes, 3 de octubre de 2014

Para El Cronista - El fin de lucro no es un delito penal

La idea de una conspiración permanente que busca desestabilizar al gobierno es una forma de pensar que puede tener cierto asidero si es que los hechos que muchos identifican como consecuencias, en realidad son causas. El ejemplo de los productores de soja es bastante claro, ¿son ellos algunos de los actores que presionan por la devaluación o, dado que esperan una devaluación en función de la señales que envía el propio gobierno, guardan la soja para cuando puedan obtener mas pesos por dólar?


Cierto es que a los productores como al resto de los actores económicos del sector privado los moviliza el fin de lucro, que por ahora no esta tipificado como delito en el código penal, y que es lo que se encuentra como una de las bases en las relaciones de producción que rigen el sistema capitalista.

Con mas o menos nivel de regulación, el objetivo de ganar dinero sostiene la decisión de invertir, lo cual a la postre es un pilar en la generación de empleo. Nos guste o no; aún en el supuesto que la acumulación se genera en base a la captura de plusvalor; si compartimos la idea que el fin de lucro precede la decisión de invertir, lo que sigue es comprender que este lucro se basa en la idea de obtener la máxima ganancia con la menor cantidad de recursos posibles.

En ese sentido es que los productores buscan maximizar sus utilidades, lo cual sucede en argentina pero también en el resto de los países del mundo. Es decir que, entre otras cosas van a tratar de vender su producto o servicio al máximo precio que la demanda este dispuesta a pagar por ello.

Complementariamente el rol del estado es diverso y complejo cuando se trata de las ganancias del sector privado, dado que por un lado debe promover las inversiones que se basan en la maximización mencionada pero por otro lado debe regular dicha ganancia para redistribuir los recursos tratando de acortar la brecha entre los que mas tienen y lo que menos.

En esta tensión entre eficiencia (con los mercados supuestamente funcionando sin regulación) y equidad, es que el rol del estado cobra sentido en uno de sus múltiples aspectos como agente rector de la vida económica de un país.

Ahora bien, si el supuesto bajo el que actúa el estado es el de la conspiración permanente por parte de los privados quienes buscarían coludir para obtener ganancias por fuera de las normas y así romper este necesario equilibro entre mercado y estado, la figura de control y regulación se profundiza inexorablemente.

Estos controles, cuando se acrecientan, tienen un efecto nocivo similar al que genera la operatoria del sector privado por fuera de la ley para obtener ganancias extraordinarias, dado que si la intervención del estado se da de forma poco previsible e incremental, esto genera incertidumbre y por lo tanto desalienta las expectativas de ganancia que mueven parte de la inversión y brindan una porción del empleo.

Ahora bien, si consideramos la idea de la conspiración permanente, resulta difícil pensar que; para maximizar gananci as, la mejor estrategia sea la de generar un caos económico donde se destroce el valor de los activos, caigan el consumo y la producción, aumente la morosidad y se rompan los contratos.

Siempre existen actores concentrados que pueden obtener ganancia del caos, lo que parece difícil sostener seriamente, es que la mayoría de los que invierten y que son los mismos que lucran con el crecimiento de la economía, estén buscando la debacle solo por favorecer en interés de los fondos buitres.

Dicho esto, y considerando la relevancia extrema que tiene el rol del estado en la redistribución de la riqueza. Si lo que hay es mas tensión entre éste y el sector privado. Cuando antes que promover la inversión, se favorece la persecución (al menos declarativa), no queda claro cual será la riqueza que el mismo estado pueda distribuir en el futuro si lo que vemos es que se mueve en contra de la generación de la misma.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Para Diario Perfil - Por qué el blue está a $ 15



A lo largo de la semana que culmina la agenda económica volvió a tener al dólar entre sus titulares, pues llegó a cotizar en torno a los $ 16 y se instaló nuevamente el debate sobre lo sostenible del precio y cómo se forma el mismo.
Cierto es que hay datos que tienen que ver con la liquidación de divisas por parte de las cerealeras que ubican la tercera semana de septiembre como la segunda más baja en esa materia en lo que va de 2014, al tiempo que para esta altura del año pasado los productores aún tenían 13 millones de toneladas de soja por vender mientras que por estos días tienen 22 millones en su poder. ¿Por qué no venden?

La respuesta es simple, quien tiene mercadería para exportar, hoy retrasa esa decisión porque entiende que el dólar va a estar más “caro” mañana que hoy.

Esto claramente resta oferta de divisas y presiona sobre el valor del tipo de cambio.

Podríamos preguntarnos si existe algún nivel de coordinación entre los diferentes actores para no vender, transformando lo que sería una expectativa de devaluación en una acción concreta que busca la devaluación como resultado de sus actos.

Si bien puede parecer el juego del huevo o la gallina, no es un tema menor identificar qué está primero, ya que una cosa es actuar sobre las expectativas de los que ofrecen dólares y otra muy diferente es tomar medidas para desarmar un entramado donde los que tienen la cosecha actúan con un fin concreto y determinado presionando en su favor.

Pensar sobre estos temas nos invita a repasar la realidad de quienes poseen la cosecha, intentando comprender que no todos los actores son equivalentes en este caso. No es lo mismo el gran exportador que tiene espalda financiera, recursos técnicos y profesionales para estimar ganancias y pérdidas por dilatar la venta o no de su mercadería, que un productor que tiene la soja en una silobolsa y sabe que cuando vende le dan pesos, con los que tiene que arreglarse el resto del año, siendo que pierden su valor a una velocidad del 32% anual.

Este productor una vez que vende deja el dinero depositado en la sucursal del Banco Nación de su pueblo, no hace inversiones diversificadas en la Bolsa, no sabe cómo hacerlo y no le interesa. Mayormente abona sus deudas con cheque contra el saldo de su cuenta y vive con el resto. Si la cosecha y los precios fueron buenos, cambia la camioneta, invierte en el campo, manda a los hijos a estudiar a la ciudad, y si el resultado fue malo aguanta y siembra para la próxima campaña.

El productor no está pensando cómo hacerle daño a la Presidenta (recordemos que no es el único actor en este juego), de hecho, es productor porque ésa es su vida, es lo que sabe hacer.
Imaginar que esas personas están con sus computadoras evaluando la evolución del tipo de cambio, mirando las cotizaciones bursátiles de Argentina y el mundo, y coordinando cuándo intervenir en el mercado, no parece muy sensato. 
Suponer que hay un complot es además creer que ese complot tiene actores bastante tontos, porque estarían utilizando toda su sofisticación para actuar por estos días pero no se dieron cuenta de vender su mercadería en mayo, cuando la soja cuesta 200 dólares más por tonelada que hoy.

Por otro lado, si suponemos que existe la expectativa de devaluación como consecuencia de la coyuntura y no como su causa (aunque también influye presionando sobre el precio) deberíamos preguntarnos por qué.

Pues bien, quien vendía en abril no tenia la expectativa de suba del dólar oficial que tiene hoy. Dado que la devaluación de enero, que llevó la moneda estadounidense a $ 8, permitió recomponer la ecuación de costos del sector exportador, no se sostuvo pareja con los precios con el correr del tiempo. Desde ese momento hasta ahora el dólar oficial subió 5% y los precios lo hicieron aproximadamente 14-16%.

Pero por sobre todas las cosas, por aquel entonces Argentina buscaba un acercamiento a los mercados financieros, que la llevó a acordar en múltiples frentes, cerramos el conflicto de Repsol, y hasta salimos del default con el Club de París. Todas señales que indicaban la posibilidad concreta de acceder a financiamiento (es decir, ingreso de dólares) en el corto o mediano plazo. Con esa información disponible, quien decidió vender o no, lo hizo más bien pensando en el precio de su producto y si éste iba a subir o a bajar en el futuro que en el valor del dólar.

Luego, en junio, todo cambió; el 16 de aquel mes la corte suprema de los Estados Unidos decidió desestimar el caso de los fondos buitre confirmando el estrafalario fallo del juez Griesa y condenándonos a una injusta y costosa situación de incumplimiento parcial con nuestros acreedores. El resto es historia conocida. Desde aquí la respuesta fueron los tambores de guerra, y la posibilidad de acceder a fuentes de financiamiento quedó cada vez más lejos.

Esta coyuntura se constituyó en una señal bastante clara sobre el futuro cercano, íbamos a tener pocos dólares, y si lo que hay son muchos pesos circulando, es razonable que quien tiene que liquidar exportaciones tenga la expectativa de que el valor de 8,42 tiene mucho más de piso que de techo.

Al mismo tiempo, en el mercado ilegal el dólar llegó a valores que casi nadie cree que sean sostenibles en el corto plazo, pero que ya llevan más de una semana por encima de los 15 pesos. Aquí reaparecieron las acusaciones sobre conjuras de especuladores y organizaciones antiargentinas que funcionarían con el financiamiento buitre, en connivencia con empresas yanquis, cuyos operadores serían políticos, sindicalistas, periodistas y todo aquel que hable del dólar ilegal en cuanto a su precio.

Si bien es probable que haya interesados en causar más ruido en la economía del que ya tiene, lo cierto es que las cosas valen lo que la demanda está dispuesta a pagar por ellas. Si el precio del dólar fuera absolutamente artificial (lo que no quiere decir que no sea caro o que no pueda bajar sensiblemente en el futuro) la pregunta es por qué hace más de una semana que se pagan esos precios.

El hecho es que, a pesar de ser un mercado ilegal, lo rige la oferta y la demanda, y lo moviliza el fin de lucro, de este modo quien vende lo hará al máximo precio que el comprador esté dispuesto a pagar. Sucede que esto las autoridades lo conocen bien, ya que está en cualquier manual de economía básica; lo llamativo es que utilicen argumentos repetitivos e inconsistentes en lugar de buscar la forma de actuar sobre las causas, es decir la falta de dólares y el proceso inflacionario.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Para El Cronista - Cuando hay malas noticias, la culpa es de “El Otro”

Hace ya largos años, Tato Bores desplegaba su increíble capacidad para resumir en los pocos minutos que duraban sus monólogos una pintura casi perfecta de nuestra sociedad.
Previa a su partida hacia Roma, la Presidenta instaló una serie de acusaciones que colocaban a la Argentina como víctima de un plan de desestabilización, urdido por los fondos buitre, con el apoyo de empresas de origen estadounidense. Al mismo tiempo relataba una serie de puntos que aparentemente estarían claramente definidos, entre ellos se destacan el supuesto financiamiento que dichos fondos estarían prestando para recalentar el mercado del dólar ilegal, así como la compra de periodistas, políticos y sindicalistas que se encolumnarían de este modo entre las fuerzas del mal, que sólo tiene por objetivo generar el caos, mas allá del costo que para ellos mismos signifique que la Argentina pierda toda capacidad de pago de la sentencia judicial que obtuvieron oportunamente.
Este planteo nos coloca nuevamente ante un falso debate propuesto desde el gobierno ya que parte de suponer que la responsabilidad de los fracasos siempre está en otra parte, bien lejos de los despachos que generan las medidas de gobierno.
Aquí es donde Tato Bores cobra una vigencia inusitada. Su famoso monólogo conocido como ‘el otro’ narra una situación donde un grupo de personas se pregunta quién tiene la culpa de la situación actual, y comienza de esta manera una zaga desopilante en donde todos, de a uno a la vez, van responsabilizando a sus eternos rivales por la cruda realidad, así, desde ministros hasta maestros, desde radicales y peronistas hasta troskistas y fachistas, desde religiosos hasta agnósticos, todos culpan a alguien más, finalmente uno de ellos se da cuenta y dice:
–¡Paren la mano! Yo sé quién tiene la culpa de todo. ¡La culpa es de El Otro!
–¡El Otro siempre tiene la culpa! ¡Eso, eso! –Exclamaron a coro todos los presentes– El señor tiene razón: ¡La culpa de todo la tiene El Otro!
Dicho esto todo el mundo se quedó más tranquilo, y partieron a sus casas, ya era la hora de cenar y se hacía tarde. Lo importante se había conseguido, había aparecido el culpable, ‘¡El Otro!’ Eso si, el problema, aún seguía sin resolverse. Nada había cambiado pero todos habían encontrado al responsable de sus penas.
Algo similar parece estar sucediendo hoy en día, desde las más altas esferas de poder se busca en El Otro la responsabilidad del curso de los hechos que afectan a nuestro país cuando se trata de malas noticias.
Con solo tomar un poco de distancia de la vorágine diaria, y tratar de poner la situación en perspectiva, vemos que en esa estrategia desplegada por oficialistas (y también opositores) lo único que no se atacan son las causas, las cuales siguen presentes a lo largo de los últimos años, de modo que las consecuencias siguen siendo siempre las mismas.
Así, por más que veamos en el resto las culpas de nuestro destino, por más que supongamos que se cae el mundo y eso frena nuestra economía. Lo cierto es que los fríos números nos dicen otra cosa.
Mientras nuestras reservas caen, y nuestro peso se debilita, el horizonte presenta un cuadro donde la escases de divisas será la norma, la represión de importaciones junto con magros precios de la soja y la persistente imposibilidad de acceder al mercado financiero internacional, continuarán presionando sobre un tipo de cambio que, muy por encima de cualquier relato fantástico, se nutre, en su esencia, de la interacción entre oferta y la demanda y allí donde falta de la primera y sobra de la segunda el precio sólo tiene una dirección.
El resto solo se trata de hacer la cuenta, antes de querer contarnos un cuento.

lunes, 25 de agosto de 2014

Para el Cronista - Un invierno que termina caliente

El último mes del invierno comenzó con una ola de calor que no solo elevó la sensación térmica sino que parece haber tenido influencia en la temperatura del dólar.
Luego del anuncio por parte de la Presidenta en cuanto al envío del proyecto de ley denominado ‘pago soberano local de la deuda externa argentina’, el billete verde retomó su carrera ascendente para batir récord tras récord, tanto en su versión oficial como en el mercado ilegal.
La iniciativa representa la posibilidad de viabilizar un canal de pago cierto de las obligaciones próximas, garantizando el cobro por parte de los bonistas reestructurados que quieran y puedan participar de la propuesta, así como un claro mensaje en dirección a obturar aún mas la posibilidad de acuerdo para dar cumplimiento a la sentencia de los tribunales estadounidenses en materia de fondos buitres.
Los fundamentos del citado proyecto son explícitos en cuanto al cuestionamiento (válido desde el punto de vista de quien escribe) sobre el proceso y posterior fallo contra nuestro país en el litigio. Surge entonces una primera consideración y es que, si hasta ahora la retórica reinaba y la argumentación complementaria a la injusta decisión de Griesa era la limitación que impone el riesgo derivado de la famosa cláusula RUFO.
A partir del proyecto de ley, la línea discursiva se plasmó en voluntad política concreta. De aprobarse, involucraría nuevamente al parlamento en el caso que luego el gobierno quisiera optar cumplir la sentencia del juez neoyorquino.
Es decir, supongamos que la iniciativa se convierte en ley tal y como fue enviada al Congreso, en su capítulo tercero habilita la reapertura del canje en los términos del 2005 y 2010, la cual fuera reiteradamente rechazada por los buitres. Es mas, esta propuesta va mas allá y crea un fondo especial en el cual prevé destinar los pagos correspondientes aún si los holdouts no aceptan dicha oferta.
A partir de aquí, dar marcha atrás en enero de 2015, ya sin el riesgo de la cláusula RUFO, sería mucho más complicado que antes ya que hasta el anuncio de la Presidenta solo hubiera sido necesaria la autorización del Congreso. En cambio ahora dicha autorización implica modificar una ley que habrán votado solo un par de meses antes, con el costo político que ello implica.
Al mismo tiempo Griesa califica el proyecto de ‘ilegal’ en una nueva manifestación de exceso en sus atribuciones pero sobre todo insistiendo en no tender un puente de plata para permitir una derrota digna a la Argentina que por su parte se aleja cada vez más de la posibilidad de un acuerdo relativo al cumplimiento de la sentencia. De este modo nuestro país enfrenta hasta 2016 vencimientos que sumando Nación, provincias y empresas asciende a un monto parecido al de nuestras reservas actuales disponibles. El resto solo es cuestión de expectativas, si los potenciales compradores de dólares suponen que estos van a escasear, entonces tratarán de comprar cuanto antes, los importadores adelantarán sus operaciones y los exportadores las retrasarán, elevando aún más la presión sobre el dólar.
La interna del BCRA-Ministerio de Economía, tampoco ayuda y bajar las tasas de interés no parece del agrado del presidente del Banco Central, al menos si se observa lo que hizo hasta finales de julio.
El resultado es contundente si miramos cuánto valía un dólar a fines de 2007 en Argentina: rondaba los $ 3 mientras que en Brasil cotizaba cerca de 2 reales con 10 centavos. Este monto al día de hoy se acerca a 2,3 reales por dólar mientras que aquí, oficialmente, cotiza 8,4.
De hecho, sólo en 2014 el peso es una de las 3 monedas más devaluadas del mundo, podio que comparte con Ghana y Ucrania, y es sólo si tomamos la cotización oficial, ya que si tomamos el mercado ilegal, seríamos líderes absolutos en la materia.
Dicho esto, es claro que el camino elegido tiene consecuencias medibles y palpables diariamente, y es sólo la política la que debe buscar y encontrar la solución, que sea cual fuere, sería interesante que otorgue elementos novedosos ya que con las que estamos implementando repetidamente, frente a los mismos problemas, lo único que encontramos son resultados similares. Esperar otra cosa no tiene que ver con ser Anti K o Pro K, sino con tener un poco de sentido común, de ese que no abunda últimamente.

jueves, 14 de agosto de 2014

Para El Cronista - Dolarización y malos pronósticos en el escenario futuro

 billetera dolares


Las consecuencias de la probable escasez de divisas en la volatilidad del precio del dólar (en todas casi todas sus versiones) se hace cada vez más evidente.

La situación irregular que se vive de la mano de la imposibilidad de cumplir con nuestros compromisos de deuda, producto del estrafalario modo de aplicar la sentencia que tiene el juez Griesa, en los hechos nos deja fuera de toda posibilidad de conseguir financiamiento internacional a tasas razonables, se suma a la consolidación de precios de la soja muy por de debajo de lo esperado, cuando aun restan 25 millones de toneladas para liquidar.

El dirigente agrario Eduardo Buzzi estimó en u$s 4 mil millones la merma en el ingreso de divisas producto de esta caída en el precio de la oleaginosa. Situación que no parece que se vaya a revertir en el corto plazo dada la muy buena cosecha en Estados Unidos.

En criollo, a estos precios nadie quiere vender y más aun si empiezan a pensar que el dólar puede subir.

Dicho esto solo es cuestión de esperar que las matemáticas hagan el resto, es decir, no parece razonable suponer que el tipo de cambio ilegal podría sostenerse en los precios previos al 30 de julio, si la expectativa es que haya más pesos y menos dólares de aquí a fin de año.

Un camino podría ser sostener la tasa de interés como refugio alternativo de los pesos, pero el gobierno decidió hacer lo contrario y bajó la tasa para impulsar el consumo así como la inversión.

A partir de aquí es cuestión de ver hasta dónde el poder ejecutivo intenta combatir la suba del paralelo para evitar un recalentamiento de la divisa en momentos en que las herramientas que tendría para actuar –si esto sucede con la vehemencia de comienzos de año– son sustancialmente menores que en otros momentos de la gestión kirchnerista.

Sin embargo la cuestión fundamental que resta por saberse no es el valor del dólar ilegal, ni el ritmo de aumento del precio del dólar oficial hasta fin de año, sino hasta dónde la idea de no cumplir con el fallo de Griesa responde al supuesto del riesgo derivado de la cláusula RUFO y hasta dónde es una decisión política de no pagar a los buitres un solo dólar mas allá de lo ofrecido en 2005 y 2010 al 92% de los que ingresaron en el canje, aún mas allá de diciembre.

Si este fuera el caso poco importará lo que pase con el dólar de aquí a fin de año, ya que las consecuencias de no pagar en 2015 serían mucho más parecidas a las de un default tradicional, que no es lo que se vive hoy en la Argentina.

Es la política la que está al mando de la economía (como debe ser) pero eso no tiene que implicar necesariamente que haya que sostener que la retórica es más relevante que la práctica en el campo de las finanzas internacionales. Allí mandan los hechos, nos guste o no.

Todas las palabras que se podían decir han sido dichas y aún así en los mercados subsiste la esperanza que no mucho mas allá de enero de 2015 la situación terminará por regularizarse, sino no tendría sentido el camino recorrido previamente en donde terminamos por recibir la cordial palmada en la espalda del FMI por la buena letra en materia de reformulación de estadísticas respecto de la inflación y los sendos acuerdos con Repsol y el Club de Paris.

Sucede que hasta 2015 aun restan más de cuatro meses donde seguiremos caminando por el desfiladero económico. Esto no significa una crisis ni una catástrofe, pero claramente deberíamos caer en la cuenta que es muy difícil que la situación económica vaya a estar mejor luego de una mala noticia, como es la de la falta solución con los fondos buitre.

lunes, 28 de julio de 2014

Para El Cronista Comercial - Horas decisivas para el país


 Horas decisivas para el país
Argentina transita las últimas horas antes de ingresar formalmente a la cesación de pagos, lo cual sucederá el 30 de julio si quienes tienen deuda local y debían recibir su pago el 30 de junio no lo hacen sobre el filo del próximo miércoles.
Una primera evaluación que se puede hacer es que al gobierno le interesa resolver el conflicto en esta instancia, es decir, trazar un plan de trabajo que permita cumplir con el fallo sin violar la cláusula RUFO. Esto resulta evidente ya que de otro modo, las autoridades argentinas hubieran comenzado a recorrer el camino de la reestructuración de la deuda vigente con ley nueva york, desde el mismo día que la corte suprema de los estados unidos anunció que no trataría el caso argentino.
Hemos visto a lo largo de las ultimas semanas un reverdecer de la retórica clásica del oficialismo, que se podría resumir en el slogan ‘patria o buitres‘ que intentan instalar desde algunas usinas oficiales.
Los buitres son un conjunto de seres despreciables, que no deberían haber sido favorecidos por el fallo. Pero aunque no nos gusten están ahí, son parte del ecosistema financiero global, y se alimentan de carroña, esa que representa la deuda que generamos nosotros mismos y que dejamos de pagar en 2001. Es decir, sin deuda, no hay default, y sin default no hay buitres.
Los buitres están ahí sobrevolando los restos de la miseria de un país devastado que es el que encontró el gobierno hace mas de una década. Durante ese tiempo, el kirchnerismo se encargó de ordenar la deuda impaga, reestructurando la misma en función de nuestras posibilidades y cumpliendo con los vencimientos correspondientes, y así como eso es lo rescatable, hay que recordar que la cláusula RUFO la pusimos nosotros mismos en el proceso de renegociación de la deuda que lideró el actual gobierno.
Por otro lado los abogados que nos defienden el estados unidos son los mismos desde comienzos del milenio. Ellos comandaron la estrategia defensiva del gobierno en los estrados judiciales, y el resultado es el que vemos. Cabe entonces la pregunta ¿Por qué seguimos con el mismo estudio?
En la dura línea discursiva oficial se ha sostenido que la argentina pagó y por lo tanto no se puede llamar a esto ‘default‘. Rara concepción de lo que significa pagar, ya que el pago de una obligación se cancela cuando el acreedor recibe el monto similar a la acreencia que el deudor tenia con este, independientemente de la voluntad de pago del mismo.
Si no lo queremos llamar default, pues bien podríamos llamarlo Teodoro, si eso resulta mas cómodo para las autoridades, pero la obligación permanecerá impaga, el contrato celebrado al emitir la deuda reestructurada se habrá incumplido (al menos en parte) y esto generará consecuencias, que es de lo único que no se puede evitar en la vida.
El gobierno, que dice moverse con tanta prescindencia del ordenamiento financiero internacional, trazó un curso de acción donde negociamos y tomamos todas las deudas posibles en los primeros 180 días del año, como la que surge con Repsol por YPF, la que emana del reconocimiento de los juicios en el CIADI y hasta la misma acreencia que tenia el Club de París con la argentina.
No tiene sentido entonces pensar que el gobierno haya querido NO pagar la sentencia, sino mas bien que la idea era ganar tiempo hasta el 2015 y ahí resolver el problema que de no hacerlo tendría las mimas consecuencias que tiene no resolverlo ahora (solo que en ese caso sin cláusula RUFO). Lo que es inocultable es que no tenían un plan B en caso que la corte de estados unidos nos denegara la posibilidad de obtener mas tiempo.
Así las cosas el país transita estos días como un estudiante que recurre hasta el ultimo minuto a fin de estar listo para el examen. Quizá hubiera sido mejor prepararse con mas tiempo y un poco menos de soberbia.
Respecto de los efectos que podría tener un default, es poco lo que se puede saber con seguridad, solo estamos seguros que la realidad se va a encargar de mostrarnos sin lugar a dudas, cuales son las consecuencias de ese camino.

viernes, 18 de julio de 2014

Para Diario El Sol de Mendoza - Cómo aprovechar una oportunidad internacional

En sólo un par de meses veremos cómo los líderes del mundo se reúnen en la cumbre del G20, que tendrá lugar en la ciudad australiana de Brisbane.

Este año, Australia preside dicho grupo y tomó este evento como una oportunidad para llevar adelante una activa política de posicionamiento internacional.

Ubicado en Oceanía, es uno de los países más extensos del mundo; con un territorio de casi 7,7 millones de km2, su población es apenas de 23 millones de habitantes.

El país no ha tenido guerras civiles en su historia y forma parte del Commonwealth, la conocida asociación de países que alguna vez formaron parte de Gran Bretaña y que tiene 53 miembros, actualmente con una población de más de 2 mil millones de habitantes.

La economía australiana tiene un tamaño que es el triple de la nuestra, a pesar de tener la mitad de la población. Tiene una gran interacción con los mercados de Asia del Pacífico, donde tiene puesta la mira estratégica de su desarrollo para las próximas décadas.

Es una economía predominantemente productora de materias primas, en la que se destacan las exportaciones por 247 mil millones de dólares basadas, fundamentalmente, en minerales de hierro, carbón, oro, gas natural y petróleo crudo. Asimismo, el modelo de desarrollo incluye una economía de mercado abierta, con importaciones por 236 mil millones de dólares.

Es una sociedad multicultural donde no hay expresiones de racismo ni religiones dominantes, veinticinco por ciento de los habitantes nació en el extranjero, y la radio pública SBS transmite programas en 74 idiomas. Esto es más que la radio del Vaticano.

Al momento de definir la ciudad sede principal del evento, impulsaron una que no fuera la más conocida, con la idea de equilibrar el desarrollo y promover nuevos puntos de interés.

Brisbane es la tercera ciudad en importancia de Australia, luego de Sidney y Melbourne. Con 2,2 millones de habitantes, es conocida por recibir anualmente a más de 75 mil estudiantes de todo el mundo, con lo que se erige como una ciudad con gente joven, cuyo promedio de edad es de 34 años y sumamente cálida en su forma de tratar a los visitantes, a tal punto que es conocida como la localidad más business-friendly de Australia.

Es la principal ciudad del estado de Queensland, que tiene una economía cuyo tamaño es de 291 mil millones de dólares (la mitad de Argentina) y un crecimiento proyectado de 4% para los próximos tres años.

El centro de convenciones donde se llevará adelante el evento es un megacomplejo donde estarán trabajando 900 personas al momento del encuentro. De propiedad de la ciudad, dicho centro es administrado en forma privada y genera beneficios por 200 millones dólares para la ciudad. Fue construido en 1995 y ampliado en el 2012 con un inversión total de 300 millones de dólares.

Recorrer las instalaciones y conversar con su intendente o con el ministro de Comercio del estado de Queensland da la oportunidad de entender cómo se preparan para este evento.

Ellos entienden esta oportunidad como la de abrir una ventana al mundo, por la cual mostrar las potencialidades de su economía y lograr un posicionamiento internacional que consolide un esquema de crecimiento que hoy es sólido.

Si bien la mirada más importante, en términos estratégicos, la tiene puesta en la región de Asia, no caben dudas de que es una sociedad con la cual tenemos mucho para compartir. Aunque se ubica lejos de nuestro país, comparte con nosotros características que permiten pensar que tenemos muchas cosas en común. De hecho, es habitual escuchar que tenemos características similares en el terreno económico, como con Canadá. Con ambos países compartimos el grupo Cairns (N. de la R. Asociación de19 países exportadores de productos agrícolas, integrado por Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Pakistán, Paraguay, Perú, Filipinas, Sudáfrica, Tailandia y Uruguay), que se formó para luchar por una liberalización en las barreras al comercio agrícola, algo que ambos países necesitamos desarrollar aún más.

Sería difícil terminar el relato sin mencionar que, más allá de las curiosidades, como el Zoológico único en el mundo donde se puede alzar un koala, es llamativo el orden y la planificación que muestran, en general. Sin entrar en juicios de valor que no tienen sentido, porque las realidades históricas de ambos países son muy diferentes, es claro que aquí, un conjunto de reglas claras, de aplicación contundente y un modelo de crecimiento basado es sus fortalezas, con un alto grado de integración económica y estilo que privilegia el pragmatismos antes que la retórica, han tenido resultados innegables en el desarrollo de esta nación.

lunes, 30 de junio de 2014

Para CNN - Dinero: Economía Argentina ¿Al Borde Del Incumplimiento? - Jun. 30,2014

Para diario Perfil - No hay razones de fondo para entrar en default

El último paso de la estrategia de reposicionamiento internacional del Gobierno está dando más trabajo del que cualquier miembro del Poder Ejecutivo se hubiera imaginado, excepto, según sus propias palabras, la Presidenta, quien intuyó que el camino podía ser mucho más hostil del que venía siendo hasta el 16 de junio, cuando se conoció la decisión de la Corte Suprema estadounidense en el sentido de desestimar la apelación argentina respecto del fallo del juez Griesa que luego fuera confirmado por la Cámara de Apelaciones neoyorquina.

Hasta allí nuestro país avanzaba sin prisa pero sin pausa en su búsqueda de retornar a los mercados internacionales de crédito e inversión.
En ese marco es donde se justificó el sostenimiento del discurso clásico kirchnerista con un claro cambio de rumbo dentro del cual encontramos desde una restricción en la expansión monetaria, una devaluación, aumento de las tasas de interés, sinceramiento del índice de inflación hasta acuerdos con Repsol, el Club de París y una palmada en la espalda del archivilipendiado Fondo Monetario Internacional, quien sólo unos días antes de la nefasta mañana del frío lunes pasado nos felicitaba por los avances en la regularización de las estadísticas públicas.

A esta altura todos los gestos previos que se hicieron y que se suponía debían coadyuvar a la generación de consensos que permitieran a la Corte norteamericana otorgar los seis meses de plazo necesarios para poder negociar el pago de una sentencia adversa sin violar la famosa cláusula Rufo (la cual obliga a la Argentina a igualar cualquier oferta superadora de la vigente en los canjes de deuda 2005 y 2010, con los tenedores de dichos títulos) fueron en vano.

En este punto vale detenerse para marcar lo que debería ser un aprendizaje colectivo: los gestos de acercamiento y “buena conducta”, la simpatía y la “buena onda” que se puede generar a partir de conductas “amigables” con los actores internacionales, como fueron desde Repsol hasta el FMI, puede que tengan incidencia, pero definitivamente no son determinantes en los resultados.

Es decir, el mundo se mueve por intereses, e importa bastante poco ser los mejores alumnos. Al mismo tiempo parece claro que la solvencia profesional de quienes diagraman la estrategia de un país, tanto en el plano internacional como en el local, son los verdaderos factores relevantes para el cumplimiento de los objetivos planteados.

El mundo es muchísimo más pragmático que retórico, ya sea que dicha retórica se entienda en el sentido de la relación carnal de los 90 o de las lecciones del modelo alternativo de la década kirchnerista.

Vencimientos. Hoy nos encontramos en una situación en la cual estamos al borde de la cesación de pagos y al mismo tiempo somos uno de los países menos endeudados del planeta si se mide la relación de deuda externa pública respecto del producto bruto interno.

Si se observan los vencimientos que restan se pueden sacar conclusiones contrapuestas según sea la necesidad argumental.

Esto es, si tuviéramos que hacer frente a estos vencimientos y les sumáramos las sentencias pendientes de ejecución derivadas de los juicios de los holdouts seguramente podríamos concluir que esos montos son lo suficientemente elevados como para dañar letalmente el nivel de reservas internacionales que tenemos, y por lo tanto afectaría el tipo de cambio generando un impulso inflacionario de consecuencias nefastas para la economía local.

De otro modo, podemos ver esos vencimientos en términos de la relación que tienen respecto del PBI, y aun en el caso de sumar las sentencias pendientes, si todo esto fuera refinanciado como lo hacen el resto de los países del mundo, lo que se conoce como roll-over de la deuda, los mismos no presentarían ningún problema para las cuentas públicas. Es decir, no hay motivos económicos de fondo para entrar en cesación de pagos.

No pares. Por otro lado, más allá de los juicios de valor que cada uno haga sobre el Gobierno, es importante entender que lo que aquí está planteado no es una negociación entre pares. Los buitres son individuos, particulares, y la Argentina es un Estado soberano.

No se debe pensar la posibilidad de acuerdo sobre la base de una negociación privada tradicional. No hay tal situación posible.

No se trata de regatear ni de conseguir un descuento, no funciona de ese modo cuando un país es el involucrado.

La Argentina hace su oferta dadas las posibilidades de su pueblo; acá no se trata de ver como se le saca ventaja a un proveedor como si fuera un trato entre empresas.

Si observamos la forma en la que se regula el comercio internacional en el marco de la Organización Mundial de Comercio, veremos que abrir un panel arbitral y lograr una sentencia, por ejemplo, por dumping, es algo sumamente complicado, aun cuando se gane.

El país ganador tiene derecho a retaliar con medidas compensatorias, pero jamás se procede al embargo del país perdedor para reparar el daño causado por el demandado.

Habiendo manifestado voluntad de acordar y cumplir la sentencia, que aun así se mantenga el embargo es una locura en términos de las relaciones internacionales, las cuales se rigen por parámetros diferentes a los que regulan la relación entre personas.

Al mismo tiempo, y como muestra brutal de la magnitud del camino elegido por Griesa para dar cumplimiento a su fallo, podemos ver que los fondos de los países y dictadores sospechados de las peores atrocidades se “congelan”, pero rara vez se embargan, mientras a nosotros nos pueden aplicar la sanción del embargo sobre los pagos de deuda que tenemos regularizada, afectando de este modo también a los bonistas que sí entraron en el canje, además de a la Argentina propiamente dicha. Increíble.

Hasta aquí hay gestos que colocan la actitud del juez lejos del camino que permita impartir justicia, sino que parece demasiado politizado en sus actos.

Aún queda algún resquicio mediante el cual se pueda abordar una salida no traumática para el conjunto.

Esto se debe resolver sosteniendo la plena vigencia del Estado de derecho, protegiendo la propiedad privada, al tiempo que en la ejecución de la sentencia se debe recordar que de un lado hay un grupo de personas (buitres) y del otro 42 millones de habitantes de un pueblo soberano.

jueves, 19 de junio de 2014

Para Diario El Sol de Mendoza - Qué hacer tras el revés judicial

Riesgos hay muchos y costos también. En este caso, hay que elegir la menos mala de dos opciones.


Las distintas fuentes consignan que Argentina ofreció negociar con Griesa por los fondos buitres y en función de las implicancias derivadas de la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos del lunes.

¿Para qué negociar ahora? Para dar cumplimiento al fallo. Recordemos que ellos, en su momento, no aceptaron las ofertas de canje de deuda que realizó Argentina en el 2005 y el 2010, en las cuales ingresaron 92% de los tenedores de deuda.

¿Por qué negociar? Porque de no cumplir, nos enfrentamos a un default técnico, ya que sólo podríamos cumplir con nuestros bonistas modificando el domicilio de pago de forma obligatoria para todos, lo cual representa un cambio en las cláusulas de emisión original y, por lo tanto, incumplimiento de contrato. Es decir, default técnico, donde queremos pagar, tenemos el dinero para hacerlo y hasta cumplimos con la fecha pero NO con el lugar de pago.

Dicho default nos dejaría sin chance de conseguir financiamiento internacional.

¿Por qué hacen falta dólares de afuera? Porque nuestra economía tiene un 15%/20% de importaciones como proporción de su PBI.

De esas importaciones, la mayoría son de energía y bienes de capital, que sirven para fabricar otros bienes.

Las mismas se pagan en dólares y esos se consiguen de diferentes maneras: 1) con exportaciones, 2) pidiéndolos prestados o 3) utilizando reservas. También se puede hacer un mix de las primeras dos.

Si se usa la tercera opción, el resultado a mediano plazo es que caen reservas y, por ende, tenemos menos dólares, es decir, que disminuye la cantidad, lo que implica que (si se mantiene o aumenta la demanda), sube el precio, en otras palabras, se devalúa la moneda.

Si sube mucho y rápidamente, lo que sigue es: inflación, suba de tasas y caída de la actividad económica, ¿les suena?

Conseguir dólares afuera es el objetivo para que suceda exactamente lo contrario (lo cual sería bueno), pero para que nos presten hay que arreglar el presente Por eso, habiendo perdido el juicio, y no antes –porque está bien que se haya peleado el caso–, hay que elegir si se cumple el fallo o se lo desconoce.

Hasta acá lo concreto, mas allá de largas explicaciones y arengas, es como con el Club de París. Estamos yendo a intentar un acuerdo.

Riesgos hay muchos y costos también. En este caso, hay que elegir la menos mala de dos opciones, que son malas en sí mismas.

Si acordamos con el juez por los buitres, nos va a costar unos 15 mil millones, y puede que nos reclamen la diferencia el día de mañana, de aquellos que ingresaron al canje, ahí la suma se iría a 120 mil millones.

Si no acordamos con el juez, es hacer un default de la deuda, y eso implica lo expuesto más arriba, es decir, una crisis severa. Lo único seguro es que esto, como siempre, no es gratis y, como siempre, lo vamos a pagar todos, y nuestros hijos también.

Ahora bien, habiendo llegado a este punto, vale plantearnos qué hacer con nuestros ahorros. Para ello, comparto algunas sugerencias.

DÓLARES. Dólar ahorro: si tenés dólares (por ejemplo, ahorrados de antes o que compraste desde principio de año con dólar ahorro) lo mejor sería no tocarlos por el momento.

Dólar turista: tenés que comprar dólares, comprá ahora, porque esos te los venden a precio oficial, más el 35%. Algo es seguro, no va a bajar en el futuro.

Plazo Fijo: Si se vence en estos días, fijate bien qué tasa te pagan para renovar, tal vez conviene aguardar a ver qué pasa con Griesa, porque si se extiende la incertidumbre, van a tener que subir la tasa de interés.

VIAJES AL EXTERIOR. Si pensás comprar un viaje en cuotas, hacelo ahora, porque los viajes tienen precios dolarizados al tipo de cambio oficial y este no va a bajar, además, aún hay planes en cuotas. Si bien hoy son mucho más caros que el año pasado, es razonable pensar que en el futuro serán más caros aún. ¡Ojo! si todo se resuelve favorablemente, puede pasar que a fin de año comience el ingreso de divisas y eso podría permitir bajar el cargo de 35% a 20% para las agencias de turismo.

CONSUMO. Si estás pensando comprar una tele, una compu, etcétera, comprá ahora, porque las ofertas son muy competitivas y, además, como el dólar oficial no va a bajar en el futuro, es razonable pensar que más baratos que ahora no van a estar. De modo que consumir es buena idea si pensabas hacerlo, y más si te dan cuotas fijas. Hay que usarlo.

AUTOPLAN. Si estás pagando el plan de ahorro del auto, y te preguntás si es momento de licitar para retirar el vehículo, yo seguiría pagando las cuotas y esperaría para hacer algún movimiento.

ACCIONES Y BONOS. Si ya tenés acciones y bonos, esperá, no vendás ahora. Si esto se resuelve, van a recuperar terreno y aún quedarán mucho mejor que antes. Si sale todo mal...lloramos juntos.

INFLACIÓN. Si la cosa se resuelve, no debería llegar a pasar nada con los precios. Si la cosa se complica, es muy probable que se recaliente el dólar y, tras eso, que los precios se aceleren.

miércoles, 11 de junio de 2014

Diario El Sol de Mendoza - Entre el Mundial y EEUU

Cada vez falta menos para que veamos rodar la pelota en el verde césped del Maracaná. En sólo unos días, la mayor parte del país estará frente al televisor, aguardando el sonido del silbato que dé comienzo al partido frente a Bosnia Herzegovina.

Para ese entonces, ya se conocerá, seguramente, la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos con relación al tratamiento de la apelación que realizó Argentina frente al fallo de la Cámara de Apelaciones del Estado de Nueva York, en el sentido de confirmar el fallo precedente del juez Griesa, que obligaba a nuestro país a abonar poco más de 1.300 millones de dólares a los fondos de inversión especulativos, también conocidos como fondos buitres .

Aquí enfrentamos escenarios múltiples que van desde el rechazo al tratamiento de la apelación hasta la posibilidad de pedir opinión al Gobierno federal norteamericano.

En todo caso, lo que realmente sería positivo para nosotros es que la decisión del máximo tribunal se estire hasta pasado el 31 de diciembre de este año, cuando vence la cláusula RUFO, que nos obliga a igualar cualquier oferta que hagamos a los buitres con las que recibieron aquellos que ingresaron en los canjes del 2005 y del 2010, es decir, abonarles a estos últimos la diferencia, lo cual sería extremadamente oneroso.

Transcurrido dicho plazo, podríamos encarar una negociación que permita cerrar ese frente y, a la vez, cumplir con todos los términos de emisión que tuvo la deuda reestructurada que hoy cotiza en los mercados internacionales bajo la forma de diferentes bonos.

Es justamente esta cotización la que refleja el rendimiento del dinero aquí, que se ubica en el orden de 10% al momento de escribir estas líneas (antes de la decisión de la Corte). Si la decisión fuera favorable (al menos a medias) y considerando los pasos que ya dio nuestro país en plan de retornar a los mercados de crédito internacional –el acuerdo con el Club de Paris, el arreglo de los juicios del CIADI, la cancelación del pasivo con Repsol y otras tantas medidas– lo que veríamos sería un descenso en el rendimiento mencionado, es decir, un aumento del precio de los bonos de la deuda argentina.

Concomitantemente, se consolidaría una tendencia alcista en el precio de los activos (acciones de empresas) y, probablemente, estaría el camino allanado para retornar a los mercados internacionales de crédito antes de finales de este año.

Recientemente se conoció un ranking que establece a Argentina como uno de los destinos más observados a la hora de pensar inversiones en países con riego moderado/alto, lo cual es comprensible dado el potencial de nuestra economía y los bajos que están los precios de los activos nacionales en comparación con los del resto de la región.

En este marco, la política incipiente del QE por parte de la Unión Europea y el sostenimiento de esta misma tendencia por parte de Estados Unidos y Japón, continúan proveyendo dinero muy barato en el mundo, lo cual favorece el flujo de dinero hacia los países en desarrollo, luego del parate en este sentido que se vivió en el 2012/2013.

De este modo, así como es evidente que en la actualidad atravesamos un contexto de altas tasas de interés locales, con elevada inflación y retracción del consumo y la demanda agregada, el mundo podría darnos la buena noticia que no nos brinda nuestra propia economía. Es decir, nos encontramos atravesando lo que podría ser la primera recesión moderna que no fue causada por elementos de la economía internacional, sino que se debe fundamentalmente a restricciones de política local, lo cual acorta los márgenes de maniobra de la gestión oficial, que es en gran parte responsable de la situación. Y dado que la misma no es tan mala como muchos pregonan, lo cierto es que ahora puede ser el mundo el que nos ayude a salir de una crisis en la que no nos metió.

Esta salida sería por la llegada de inversión extranjera directa y financiamiento internacional vía fondeo en los mercados y organismos internacionales, lo cual robustecería nuestras reservas y traería tranquilidad en materia del dólar, la tasa de interés y hasta la actividad económica, entre otras.







Para ello se tienen que dar algunas cosas que aún no sabemos en qué terminaran, pero lo cierto es que, cuando termine el Mundial, vamos a tener bastante claro no sólo cómo nos fue en el plano futbolístico, sino también cómo nos puede llegar a ir en lo económico.

sábado, 7 de junio de 2014

Para diario Perfil - Dos modelos, un discurso y el giro ortodoxo



En sólo un par de días dará comienzo una nueva edición de la Copa del Mundo. El mismo día, unas horas antes de sentarnos frente al televisor para ver los festejos inaugurales en el histórico Maracaná, tendremos la posibilidad de conocer la decisión de jueces muy influyentes, pero no del mundo futbolístico, sino financiero.

La plaza local espera con ansias la decisión de la Corte de los Estados Unidos sobre el tema ‘buitres’. Será un hito para nuestra economía en el tiempo por venir.

Esta semana la Argentina sumó un nuevo apoyo (bastante light), por parte del FMI. El vocero del Fondo se mostró preocupado frente a las consecuencias negativas que podría generar que la Corte no tome el caso. Esto se agrega a los apoyos que ya brindaron Francia, Brasil, México. Hasta el gobierno federal de los Estados Unidos y el de Inglaterra dieron a entender que están de nuestro lado. 

El tema es que el negocio de reestructuraciones de deuda se ve en jaque con la decisión de la Corte de NYC (hoy en manos de la Corte Suprema). No es que ahora les caemos bien, es más bien el espanto lo que nos une antes que el amor.

Por ahora la discusión está centrada en dicha definición. Un revés en los estrados del máximo tribunal estadounidense retrasaría nuestro acceso a los mercados internacionales de crédito, y sería negativo para la llegada de inversión extranjera directa, ambas fuentes de divisas, que hoy necesitamos como agua para robustecer las reservas internacionales y permitir que baje la tasa de interés sin que esto implique presión sobre el dólar.

Puesto en perspectiva, las reservas que supieron estar en US$ 52 mil millones, y hoy rondan los US$ 28 mil millones, han sido junto con las de Venezuela las únicas que descendieron en el período 2007-2013 en toda la región.

En el año 2010, cuando se decidió el cambio de endeudamiento externo por endeudamiento interno, se tomó un camino diferente del que se había tomado desde 2003, cuando el desendeudamiento era más genuino. La consecuencia fue la pérdida de reservas, que es la contracara de la debilidad de nuestra moneda, lo cual implica alta inflación, tasas de interés por las nubes, caída de la inversión y aumento del desempleo.

Mientras en 2007 un dólar equivalía a $ 3,08 y 2,08 reales, hoy la relación es $ 8,16 y… 2,20 reales. Ante esto es difícil sostener que la política monetaria fue eficiente en defender el valor de nuestros pesos.

Mirar en perspectiva la evolución del tipo de cambio pone de relieve que, más allá del discurso de continuidad, a lo largo de la gestión de gobierno hemos asistido a dos modelos diferentes.
Mientras en el período 2003-2007 el crecimiento se dio sobre la base de un consumo alimentado a partir de la recuperación del salario real, con un Estado que se fortalecía sobre la base de superávit comercial y fiscal; expandía derechos, promovía paritarias y se vinculaba con el mundo de forma tal que el 10 de octubre de 2005 el riesgo-país argentino era de 343 bp, igual que el brasileño; hoy, luego de haber incluido el segundo tramo del canje de deuda y haber cumplido con las obligaciones internacionales, el riesgo-país se ubica en 796 bp versus 207 pb del país carioca. Algo no hicimos bien. ¿Qué fue?

Anabólicos, ésa es la respuesta. Si bien en el período 2007 -2013 se lograron progresos sumamente relevantes como la estatización de AFJP, YPF, la Asignación Universal por Hijo, entre otras, lo cierto es que el motor del crecimiento del consumo en dicho período fue la tasa de interés real negativa. Es decir, cuotas y más cuotas fijas en un contexto de 25% de inflación. Esto y no el crecimiento sostenido del ingreso medio fue la base de la expansión económica en ese lustro.

El déficit fiscal retomó su protagonismo histórico en las cuentas públicas, sobre la base de otro de los pilares de la expansión económica, que son los subsidios económicos, es decir, trasporte y energía.

Mientras que en 2006 por cada peso que se invertía en infraestructura había $ 1,5 de subsidios, en 2013 la relación indicaba que por cada peso en infraestructura se gastaban $ 3,5 en subsidios. Esto es una muestra de que el sesgo no fue a favor del crecimiento de la inversión, sino del consumo, en este caso vía salario indirecto (lo cual está muy bien, siempre que vaya a quien lo necesita en lugar de financiar a los que viajan a Miami, o las piletas calefaccionadas de zona norte).

La idea de potenciar el consumo sobre la base de anabólicos permitió además que crezca la demanda en forma desproporcionada respecto del crecimiento de la oferta, agregando presión sobre los precios, que ya venían con una dinámica de aceleración, dada la expansión monetaria por encima del aumento de la demanda de dinero.

En este marco, las tasas de interés también permanecieron artificialmente bajas para sostener el cóctel de anabólicos y así fue como nos convertimos en el muchacho musculoso de la playa, pero con un físico que no se había logrado a base de ejercicio, sino por la vía rápida de los químicos.

La imagen que proyectamos sobre nuestra propia realidad difirió de nuestra realidad, otra vez nos creímos el cuento del país que no somos. A base de otro anabólico, que fue sostener el dólar artificialmente bajo, volvieron los viajes al exterior como en los 90. La clase media llenaba los perfiles de Facebook con fotos del mar Caribe de fondo, o las orejas de Minnie y Mickey adornando bellas instantáneas familiares en Disney. Ahora tenemos que volver a Gesell, nada mal, por cierto, mucho más realista. Guste o no.

No se trata de suponer que la realidad implica que pasamos de patovica a flacucho pusilánime. Podríamos decir que somos un gordito habilidoso, que necesita algo de ejercicio para estar a tono.
Es decir, necesitamos cuidarnos de los excesos (déficit fiscal), ponernos en forma (aumentar productividad), retomar competencia (vuelta a mercados de crédito internacional) y evaluar correctamente nuestro progreso (censo económico-estadísticas reales). Es decir, mucho menos grave de lo que pinta la oposición, que hasta aquí es más bien especialista en diagnósticos que en propuestas concretas y sólidas.

En este marco, el discurso siempre ha sido el mismo, aunque los modelos fueran diferentes, aun hoy, cuando el giro del gobierno hacia cierta ortodoxia tardía parece cada vez más evidente.
Tal es la relevancia del discurso por sobre el modelo, que el Gobierno dio la señal más clara que podía dar en ese sentido durante los anuncios brindados esta semana que termina: se preocuparon por tener una medición oficial del rating televisivo mientras no tenemos una medición clara de los índices de pobreza. A confesión de partes, relevo de pruebas.

domingo, 1 de junio de 2014

Para El Tribuno de Salta - “Un intendente no debería mendigar un cordón cuneta a la Nación”



En su última visita a Salta, el economista Matías Tombolini consideró importante modificar el sistema de coparticipación. Dijo que en el norte, el trabajo en negro presenta un desafío a resolver, acorde a las particularidades de las pymes. El reconocido y mediático profesional sostuvo que “la Argentina no está como nos relatan desde el Gobierno en ese cuentito rosa, pero tampoco está prendiéndose fuego”.

¿Cómo evalúa la situación de la economía argentina?

Sigo creyendo, al igual que en los últimos meses, que la Argentina no está de ninguna manera como nos relatan desde el Gobierno en ese cuentito rosa, pero tampoco está prendiendose fuego como, a veces, la oposición lo quiere hacer ver. El país transita un camino con turbulencia severa, con un ajuste de carácter tradicional.

Pese a que, en su discurso, el Gobierno se distanció de las políticas económicas ortodoxas...

Después de que el Gobierno pierde las elecciones internas simultáneas, abiertas y obligatorias (PASO) en agosto, empiezan a implementar un ajuste de carácter tradicional. La fase más fuerte se vio el 24 de enero, cuando se consolida la devaluación. Vemos un alineamiento con los centros financieros internacionales. Esto es claro a partir de los juicios del Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas e Inversiones), el acuerdo con Repsol por YPF, el acercamiento al Club de París y al FMI, implementando un índice de precios un poco más realista. Y han desplazado a Guillermo Moreno del comando múltiple que tenía la economía.

En el plano local, se duplicaron las tasas de intereses, se redujo la emisión monetaria, se implementó una devaluación. Claramente hay un ajuste de carácter monetario y fiscal.

La política de ingreso del Gobierno, que había tenido hasta aquí como su caballito de batalla, brilla por su ausencia. Vale reconocer la política de ingresos que significa el plan Progresar. Pero más allá de eso, tenemos un ajuste de las jubilaciones que está por debajo del ajuste de los precios. Se ajustó a la recaudación del segundo semestre de 2013 y la realidad es que los precios subieron más en enero, febrero y marzo. De modo que las jubilaciones han tenido un ajuste de poco menos del 12 por ciento, que no compensa la pérdida de poder adquisitivo.

Es evidente un impacto en el nivel de consumo...

La Cámara de la Mediana Empresa, que no se la puede tildar de opositora, indicaba para el primer trimestre del año, una caída en ventas del orden del 5,9 por ciento en unidades. En cuanto a la venta de autos, se derrumba estrepitosamente, más del 20 por ciento. Cada sector merece un análisis particular, pero lo cierto es que la ralentización de la economía es la consecuencia directa del proceso de ajuste que el Gobierno está implementando. Hay un pedido de La Casa Rosada, además, sobre un techo del 30% en las paritarias. Creo que la inflación superará ese porcentaje.

Es llamativo que YPF aumente el precio de sus combustibles, a mismo tiempo que el Gobierno expone índices de inflación más bajos.

Es interesante. Cuando se dio la devaluación, Juan José Aranguren, presidente de Shell, pedía un aumento del 12 por ciento. Finalmente el trimestre acumuló un 25 por ciento. Aranguren hoy podría ser un militante del PO si lo comparamos con lo que terminó incrementando el precio de la nafta. El tema de los combustibles es central y explica porqué la inflación no se contiene con una lista de precios del supermercado. Un 8 por ciento de aquellas cosas que compramos deviene de la logística si se trata de una gran empresa. En cambio, si el producto es de una pyme, un 20 por ciento representa ese costo. Cada vez que aumentan los combustibles hay un impacto inflacionario que es imposible de moderar.

En tu libro “Todo lo que necesitás saber de economía”, marcás una diferencia entre crecimiento y desarrollo. En el interior, en Salta particularmente, es clara la diferencia. ¿Por qué la Argentina no pudo pasar a la etapa de desarrollo?

La Argentina no termina de resolver las cuestiones de largo plazo. Eso ocurrirá cuando la dirigencia empiece a pensar más en la próxima generación que en la elección venidera. Así podremos tener políticas de desarrollo que no pagan electoralmente, pero agregan valor en términos sociales. Es necesaria una profunda reestructuración en términos de la recaudación tributaria y una reforma del sistema educativo. No solo se trata de volcar recursos sino de evaluar la calidad docente y recomponer la relación entre educadores y padres.

En materia de transporte, que es la gran deuda de la democracia argentina, seguimos con un esquema abanico, en vez de que las redes de ferrocarril tengan forma de una telaraña. Claramente es un sistema de transporte pensado desde el siglo XIX para la extracción de riquezas del Alto Perú hacia los puertos de Buenos Aires. En esa materia, no hubo una revolución.

En general en el país, las políticas tendieron a llevar la capacidad instalada a su máximo uso. Es decir lo que fabricamos es lo máximo que podemos. Nadie se preocupó por correr las fronteras de posibilidades productivas de la Argentina. Hablo de mejores rutas, más caminos, sistemas integrados de información y un transporte polimodal, que incluya barco, tren y camión.

¿Urge un esquema que contemple las realidades productivas?

Hay que entender que la mejora de la distribución del ingreso sostenible en el tiempo tiene que venir de la mano del aumento de la productividad, no solo de la producción. En euros, los alemanes ganan más que los españoles porque son más productivos. Con los mismos insumos y máquinas, terminan fabricando más remeras que un español. ¿Son más inteligente? No. Solo tienen más integrado todo su entramado productivo, de modo tal que con los mismos recursos fabrican más. Por lo tanto, el trabajador tiene la posibilidad de acceder a un mayor salario.

La pregunta es cómo mejoro la productividad en Argentina. Es un debate que ni siquiera nos hemos dado. Estamos muy lejos de eso. El corolario es que después de diez años de crecimiento, y no tanto de desarrollo, vemos un montón de nuevos inquilinos con LCD nuevos y, tal vez, un auto nuevo. En contrapartida, hay muy pocos nuevos propietarios de departamentos. El resultado de este proceso de Gobierno, el más largo de la historia, es que muchas cosas mejoraron, hay que reconocerlo: se recuperó el salario real, hubo una extensión de derechos, la asignación universal por hijo y la estatización de YPF y de los fondos jubilatorios que tenían las AFJP. Son un montón de virtudes pero queda mucho por hacer.

¿Por qué sigue alto el nivel de trabajo en negro?

El trabajo en negro está en el orden del 34 o el 35 por ciento en la Argentina. En las provincias del NOA representa un desafío sustancial.

A la problemática del trabajo hay que entenderla integralmente. Creo que se debe avanzar con políticas punitivas para aquellos que contratan en negro, pero hay que dar oportunidades. Tiene que haber un entendimiento, por ejemplo, teniendo en cuenta las más de 8.000 pymes que tiene Salta o las de 5.000 micro pymes. Para esos emprendimientos, la regularización de la situación laboral de los trabajadores tiene un costo distinto que el de una gran empresa que cierra acuerdos con los gremios.

A veces, el pequeño empresario es un autoempleado que tiene una persona para trabajar. En ese marco, se hace muy cuesta arriba. De modo que falta pensar alternativas que reconozcan la diversidad del entramado de la pequeña y la mediana empresa. Es necesario pensar políticas de empleo y para el blanqueo del trabajador, pero que tengan algún tipo de incentivo sumado a la pena por no cumplir. En los países desarrollados, cumplir es más negocio que incumplir. En Argentina vemos que el incentivo para pagar los impuestos es bajo. Hoy un evasor puede ingresar en el blanqueo y se generan situaciones altamente injustas. Deberían garantizar que en el horizonte cercano no premiarán al que incumplió.

¿Qué puntos concretos justifican una reforma tributaria?

Hay que discutir a fondo la ley de coparticipación federal o al menos aplicarla. En Argentina se la implementa de un forma muy particular. Tenemos una Nación rica y provincias pobres. Se debe estudiar cómo generar un modelo de coparticipación en función de un país federal: reconocer la preexistencia de las provincias al Estado nacional. Avanzar hacia un modelo en el cual el intendente no tenga que mendigar un cordón cuneta en el ministerio de Planificación Federal. También que los recursos vayan en forma automática a las provincias y de ahí a los municipios. Se deben contemplar premios y castigos, teniendo en cuenta el comportamiento fiscal, entre otros aspectos. Esto sería muy sano porque le quitaría discrecionalidad al giro de los fondos. Sería, además, un paso adelante en el ejercicio de la democracia, en la construcción de ciudadanía.

¿Con conductas ortodoxas se puede mantener el cepo cambiario?

El cepo cambiario y la intervención del Indec han sido dos de las peores medidas de política económica de los últimos 20 años. Me parece que el Gobierno, para desarticular el cepo cambiario tiene que poder acceder a una fuente de dólares que no tiene. Además, el fin del cepo no implica que fulano tenga la posibilidad de comprar libremente, sino que las empresas puedan girar dividendos al exterior. Si hay más gente que compra de la que vende pueden pasar dos cosas: el Banco Central pone la diferencia y el precio no se mueve, o no hace nada, y el va lor sube.

Escenario para el próximo gobierno

El próximo gobierno puede tener una situación mucho mejor de la que se supone. Parece que la Argentina se está poniendo a la moda con los mercados internacionales. Desde Urtubey, Massa, Scioli y hasta Macri fueron al Consejo de las Américas, en Estados Unidos. No deja de ser una señal. Aunque veamos momentos turbulentos hoy, los mercados no miran la tapa de los diarios, sino que la construyen, se anticipan. Si la Argentina muestra que va a un camino promercado, seguramente podrá cumplir todos los compromisos y empezará a percibir inversión extranjera. El próximo período de la Argentina podría tener una bonanza importante. Por supuesto, si primase cierta disciplina en materia fiscal. Esto sin que implique un recorte de gastos, sino hacerlo de mane ra más eficiente